Noticias del Encuentro del Hígado de la AASLD, Washington DC

En el boletín de este mes se destacan las principales novedades sobre El Encuentro del Hígado (The Liver Meeting), la conferencia anual organizada por la Asociación Americana para el Estudio de las Enfermedades Hepáticas (AASLD, en sus siglas en inglés), que tuvo lugar entre el 4 y el 8 de noviembre en la ciudad de Washington DC (EE UU).

Lamentablemente, este es el último boletín de infohep y el último informe de noticias que elaborará esta web informativa. Los financiadores de infohep han decidido redistribuir sus fondos a otros problemas de salud existentes o emergentes y NAM carece de la capacidad para mantener en marcha infohep como un recurso independiente.

De todos modos, NAM aidsmap seguirá informando sobre hepatitis y coinfección por el VIH.

El conjunto de información y noticias generadas por infohep seguirá siendo accesible.

Nos gustaría agradecer a todas las personas que han apoyado este sitio con su experiencia y su redacción, en especial a Ingo van Thiel, de Deutsche Leberhilfe e.V., y a Liz Highleyman, así como a las personas que colaboran con nosotros en la traducción.

Solo 11 países con posibilidad de cumplir el objetivo de eliminar la hepatitis C para el año 2030

Ronald Rampsch/Shutterstock.com

Únicamente 11 países están en vías de alcanzar sus objetivos para la eliminación de la hepatitis C en 2030, mientras que es poco probable que cinco países con las tasas más elevadas de esta enfermedad puedan lograr esta meta de la eliminación antes de 2050, según afirmó en el encuentro Sarah Blach, de la Fundación Centro para el Análisis de Enfermedades (CDA, en sus siglas en inglés).

Los países que actualmente están en vías de alcanzar los objetivos de 2030 son Australia, Canadá, Dinamarca, Egipto, Finlandia, Francia, Georgia, Japón, Noruega, España y Reino Unido.

Sin embargo, es preocupante que China, India, Paquistán, Brasil y EE UU no vayan a cumplir los objetivos críticos para la eliminación de la hepatitis C hasta después de 2050, según las proyecciones y planes analizados por la Fundación Centro para el Análisis de Enfermedades.

Un régimen simplificado con tenofovir es igual de eficaz que el tratamiento preventivo recomendado a mujeres embarazadas con hepatitis B

Anastasiia Chepinska/Unsplash

Un régimen simplificado fue igual de eficaz que el régimen preventivo estándar para evitar la transmisión vertical del virus de la hepatitis B (VHB) en mujeres embarazadas con una carga viral muy elevada y, probablemente, resulte más fácil de implementar en entornos con pocos recursos, según declaró en la conferencia el profesor Calvin Pan, de la Facultad de Medicina Grossman de la Universidad de Nueva York (EE UU).

En el estudio se comparó la eficacia de un tratamiento iniciado en una etapa más temprana del embarazo con el antiviral tenofovir –sin la administración de inmunoglobulina para la hepatitis B al bebé tras el parto– frente al régimen preventivo estándar recomendado –tenofovir desde la semana 28 de embarazo y administración postparto al bebé de la inmunoglobulina frente a la hepatitis B–.  Todos los bebés en el estudio recibieron tres dosis de la vacuna frente a la hepatitis B.

No se apreciaron diferencias significativas entre los brazos de estudio en cuanto a tasas de transmisión vertical del VHB a los bebés. Las mujeres que recibieron tenofovir desde la semana 14-16 de embarazo tuvieron unos niveles de ADN del VHB significativamente menores en el momento del parto que las mujeres que recibieron la atención estándar.

Algunas personas siguen en riesgo de sufrir cáncer hepático tras haberse curado de la hepatitis C

Las personas que se han curado de la hepatitis C con una terapia basada en antivirales de acción directa tienen un riesgo mucho menor de sufrir cáncer hepático. La probabilidad de desarrollar un cáncer de hígado tras un tratamiento exitoso desciende con el tiempo, pero algunas personas siguen teniendo este riesgo y pueden beneficiarse de acciones de cribado, especialmente aquellas con cirrosis hepática, según se informó en el encuentro.

Los estudios presentados en el Encuentro del Hígado evidenciaron que:

  • En el caso de personas tratadas con antivirales de acción directa, el hecho de tener una cirrosis preexistente aumentaba, en gran medida, el riesgo de desarrollar cáncer de hígado tras curarse de la hepatitis C.
  • El riesgo de desarrollar cáncer hepático tras haberse curado fue mayor en el caso de personas con cirrosis en los dos primeros años tras la curación que en el de personas con cirrosis que recibieron seguimiento hasta seis años después de haberse curado.
  • Otro estudio demostró que, en el caso de las personas sin cirrosis, cada año alrededor del 1% desarrollaba un cáncer de hígado tras la curación. Se observó que el riesgo era mayor en las personas de 65 años o más que, en el momento de la curación, tuvieron niveles elevados de la enzima hepática ALT (30 U/L o mayores) y niveles elevados de alfafetoproteína (5,0 ng/mL o más).
  • Un sistema de puntuación basado en esos cuatro factores de riesgo podría ayudar a identificar qué personas necesitan un seguimiento más estrecho por la posibilidad de desarrollar cáncer hepático tras haberse curado de la hepatitis C, según afirmó un equipo de investigadores japonés.

Un servicio de prueba y tratamiento de la hepatitis C en la comunidad consigue una elevada tasa de curación en personas usuarias de drogas en Reino Unido

Jarun Ontakrai/Shutterstock.com/Pexels

Ofrecer la posibilidad de realizarse pruebas y tratamiento de la hepatitis C en un servicio comunitario donde se atiende a personas con problemas por consumo de alcohol y drogas consiguió una elevada aceptación de dichas opciones entre personas usuarias de drogas inyectables (en activo o que lo habían sido en el pasado), además de una elevada tasa de curación, según afirmó en la conferencia la profesora Sumita Verma, de la facultad de medicina de Brighton y Sussex.

En el estudio se observó una tasa elevada de aceptación del tratamiento, ya que el 75% de las personas con positivo en el ARN del VHC recibieron terapia antiviral. La respuesta al tratamiento no se vio afectada por la ausencia de vivienda ni por el consumo de drogas o de alcohol en ese momento, lo que demuestra que el tratamiento de la hepatitis C puede ser tomado con éxito por personas con situaciones de vida inestables que sean usuarias de sustancias, algo que va en contra de la idea preconcebida de que este grupo resulta difícil de tratar.

El 86% de las personas que iniciaron el tratamiento basado en antivirales de acción directa se curó de la hepatitis C. La probabilidad de curarse no se vio afectada por el hecho de tener cirrosis, el genotipo viral ni cualquier factor demográfico, incluidos el hecho de carecer de hogar, el consumo en el momento de drogas inyectables, el consumo en ese periodo de alcohol o el diagnóstico psiquiátrico.

Todavía no se ha encontrado una causa definitiva de la hepatitis aguda grave en niños

Rawpixel.com/Shutterstock.com

Aunque los clústeres de hepatitis aguda sin explicar entre niños han descendido tras alcanzar un pico a principios del verano, se sigue registrando un reducido número de casos y aún no se ha identificado una causa única definitiva, según los datos presentados en el encuentro.

El análisis de 151 casos registrados en 25 puntos de todo el mundo no ha conseguido identificar una infección viral única en común para todos los casos. Se observó que numerosos niños presentaban varias infecciones víricas.

El tratamiento con bepirovirsen consiguió una indetectabilidad sostenida de los marcadores de la hepatitis B hasta en uno de cada cinco casos

Hasta una de cada cinco personas infectadas por el virus de la hepatitis B (VHB) que recibieron bepirovirsen (un antiviral experimental) logró una pérdida sostenida del antígeno de superficie de la hepatitis B (HBsAg) y de los niveles de ADN del VHB, según informó en la reunión un equipo de investigadores del estudio B-CLEAR.

La indetectabilidad del HBsAg se asoció con la existencia de unos niveles más bajos de dicho marcador antes de iniciar el tratamiento con bepirovirsen, lo que sugiere que el uso de este fármaco puede ser adecuado para un subconjunto de personas con hepatitis B.

Bepirovirsen (GSK-3228836) es un oligonucleótido antisentido, es decir, una cadena de material genético diseñada para unirse al ARN del VHB e impedir su transcripción en proteínas virales.

El uso de VIR-2218 en combinación con un anticuerpo monoclonal o interferón pegilado consigue una potente supresión de la hepatitis B

VIR-2218 (un antiviral experimental para tratar la hepatitis B) muestra una potente actividad frente al VHB al combinarlo bien con un anticuerpo monoclonal o bien con interferón pegilado, según las conclusiones de dos estudios presentados en el encuentro.

VIR-2218 es un ARN de silenciamiento antisentido, es decir, una cadena de ácido nucleico diseñada para unirse al ARN del VHB y evitar la producción de nuevas proteínas virales.

Por su parte, VIR-3434 es un anticuerpo monoclonal que evita que el VHB entre en los hepatocitos, estimula las respuestas de linfocitos-T frente al virus y promueve el aclaramiento del antígeno de superficie del VHB (HBsAg) en la sangre.

Los estudios fueron diseñados para valorar si las diversas combinaciones de tratamiento experimental permitían reducir los niveles de antígeno de superficie de la hepatitis B o aclarar dicho antígeno de la sangre. La pérdida del HBsAg y la pérdida del anticuerpo frente al HBsAg son indicadores de una cura funcional, lo que significa que el virus ya no se está replicando y está controlado sin tratamiento.

El estudio MARCH evaluó tres combinaciones de VIR-2218 y VIR-3434 en 40 personas que recibían tratamiento con análogos de nucleótido o de nucleósido. Aunque ninguna persona en el estudio consiguió hacer desaparecer el HBsAg, lo que sería un signo de cura funcional, la mayoría alcanzó reducciones de este antígeno por debajo de 10 UI/mL.

El segundo estudio presentado evaluó el uso de VIR-2218 de forma aislada o en distintas combinaciones con interferón pegilado en 79 personas que recibían tratamiento con análogos de nucleósido/nucleótido y que tenían niveles bajos de ADN del VHB y niveles detectables de HBsAg. Un tratamiento más prolongado con VIR-2218 con interferón pegilado consiguió el aclaramiento del HBsAg en 7 de 31 personas a la semana 48 de tratamiento. Los ciclos de tratamiento más cortos fueron menos eficaces y solo se alcanzó este objetivo en 1 de 48 personas.