EACS 2013: Nuevos resultados de faldaprevir en personas con hepatitis C coinfectadas por VIH

Francesc Martínez
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Su eficacia sería independiente de la presencia de cirrosis hepática o del subtipo de VHC

En el marco de la XIV Conferencia Europea del Sida de la Sociedad Clínica Europea del Sida [EACS, en sus siglas en inglés], se presentaron nuevos resultados del estudio STARTVerso 4, que evalúa la combinación formada por el inhibidor de la proteasa NS3/4 en investigación faldaprevir, interferón pegilado y ribavirina en personas coinfectadas por VIH y el virus de la hepatitis C (VHC). Los primeros datos del estudio, publicados meses atrás (véase La Noticia del Día 09/04/2013), ya apuntaban a unos buenos niveles de eficacia de la combinación, tendencia que se mantiene en la presente actualización.

STARTVerso 4 cuenta con la participación de 308 personas coinfectadas por VIH y VHC de genotipo 1 sin experiencia en tratamientos contra la hepatitis C (78%) o que experimentaron una recidiva tras una terapia anterior con interferón (22%).

Aproximadamente un 80% de los participantes son hombres, una proporción semejante, de etnia caucásica, y el promedio de edad es de 47 años. Cerca de un 80% tiene el subtipo 1a del VHC, que responde peor al tratamiento convencional. Al inicio del estudio, un 17% presentaba cirrosis hepática compensada (estadio F4 o un resultado superior a 13 kilopascales [kP] en  la medición por elastometría transitoria [FibroScan®]) y alrededor de un 80% una carga viral basal elevada.

La dosificación de faldaprevir varió en función del tratamiento antirretroviral que se tomase de forma simultánea. Así, en personas que recibían atazanavir (Reyataz®) potenciado con ritonavir (Norvir®) o darunavir (Prezista®), fármacos que incrementan la concentración de faldaprevir, la dosis utilizada fue de 120mg diarios. Por otro lado, si se tomaban tratamientos anti-VIH basados en efavirenz (Sustiva®, también en Atripla®), que disminuye la concentración de faldaprevir, la dosis seleccionada fue de 240mg al día.

En el estudio, en aquellas personas con dosis de 120mg de faldaprevir, el tratamiento con el fármaco tuvo 24 semanas de duración y en aquellas con 240mg el tratamiento con faldaprevir duró 12 o 24 semanas (los participantes con esta dosificación fueron distribuidos de forma aleatoria a una de las dos duraciones).

El periodo bajo tratamiento con interferón pegilado y ribavirina varió en función de la respuesta. Así, en personas con carga viral del VHC inferior a 25 UI/mL a la cuarta semana de tratamiento e indetectable a la semana 8, la interrupción de la terapia basada en interferón pegilado y ribavirina se dio a la semana 24. En el resto de participantes se prolongó hasta la semana 48.

En la presente conferencia, se publicaron las tasas de respuesta virológica sostenida a las cuatro semanas de finalizar el tratamiento (RVS4). Aunque constituye un buen indicador, la RVS4 no es sinónimo de curación y todavía podrían producirse recidivas tras su consecución, hecho que debería ser tenido en cuenta al interpretar los presentes resultados.

A nivel global, el 74% de los participantes alcanzaron RVS4. El porcentaje fue del 72% entre quienes tomaban la dosis de 120mg diarios de faldaprevir durante 12 semanas, del 79% en aquellos a los que se administraron 240mg de faldaprevir durante 12 semanas y del 84% entre quienes recibieron 240mg de faldaprevir en el transcurso de 24 semanas.

Las tasas de RVS4 fueron del 74% en personas con VHC de subtipo 1a y del 77% entre aquellas con subtipo 1b (diferencia no significativa). Ello indicaría que, al contrario de lo que sucede con el tratamiento convencional, el subtipo viral no constituiría un factor de predicción de respuesta en la terapia triple con faldaprevir.

El mismo fenómeno se observó en el caso de la cirrosis, ya que las tasas de RVS4 fueron similares entre quienes tenían cirrosis (76%) y quienes no presentaban dicha enfermedad (74%).

Entre los hechos que sí actuaron como factores de predicción se encontrarían el haber experimentado recidiva tras un tratamiento previo basado en interferón (RVS4 del 87% frente al 71% alcanzado por los participantes sin experiencia en tratamientos) y el genotipo de la interleuquina 28B (IL28B). Respecto a dicha IL28B, las personas con el genotipo favorable CC obtuvieron una tasa de RVS4 del 89%, mientras que en aquellas con genotipos CT o TT el porcentaje fue del 67%.

El 77% de los que tomaban la dosis de 120mg de faldaprevir y el 81% de aquellos con dosis de 240mg alcanzaron carga viral del VHC inferior a 25 UI/mL a la semana 4 y viremia indetectable a la semana 8. Estas personas obtuvieron tasas elevadas de RVS4 (89% en el caso de las personas con 120mg de faldaprevir y del 87% entre aquellas que tomaban 240mg).

Si bien la terapia triple basada en faldaprevir fue en general bien tolerada, prácticamente todos los participantes experimentaron efectos adversos.

El 10% de los participantes presentaron efectos adversos graves y el 44%, alteraciones en las pruebas de laboratorio de grado 3 o 4 (entre los que destacaron un 16% de los participantes con neutropenia y un 19% con elevaciones en los niveles de bilirrubina).

Dos personas (el 1%) interrumpieron el tratamiento con faldaprevir debido a efectos adversos.

Solamente una persona experimentó rebrote virológico durante el estudio (perteneciente al grupo que tomaba dosis de 120mg diarios).

Los resultados interinos del presente ensayo resultan prometedores, aunque para determinar qué papel podría desempeñar faldaprevir en el tratamiento de la infección por VHC en los próximos años será necesario despejar diversas variables (la primera de ellas, por supuesto, las tasas de respuesta virológica sostenida a las 12 y 24 semanas de finalizar el tratamiento [RVS12 y RVS24, respectivamente]).

En esta línea, es una buena señal que el subtipo de VHC y la presencia de cirrosis hepática no influyan en la eficacia del tratamiento, hecho que delimitaría con claridad un grupo de personas que se podría beneficiar de forma notable de esta terapia. Del mismo modo, los buenos niveles de eficacia apreciados en un grupo de personas con peor respuesta a los tratamientos frente al VHC (los coinfectados por VIH) también serían un buen punto de apoyo con vistas a la comercialización del fármaco.

Por el contrario, el hecho que sea un tratamiento que puede llegar a durar un año, además de incluir interferón pegilado, podrían constituir importantes lastres de cara a la competencia con tratamientos en investigación de corta duración y libres de interferón.

Fuente: HIVandHepatitis.

Referencia: Rockstroh J, Nelson M, Soriano V, et al. STARTVerso 4 phase III trial of faldaprevir once-daily plus peg interferon alfa-2a and ribavirin (PR) in patients with HIV and HCV genotype 1 coinfection. 14th European AIDS Conference. Brussels, October 16-19, 2013. Abstract 9/7.

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