El virus de la hepatitis C puede sobrevivir hasta seis semanas fuera del organismo

Juanse Hernández
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Gotas secas de sangre o plasma sobre superficies podrían ser focos potenciales de transmisión del VHC en contextos sanitarios

Fundamentalmente, el virus de la hepatitis C (VHC) puede transmitirse si la sangre de una persona infectada entra en contacto con la de una que no lo está. Además, la probabilidad de contraer la hepatitis C aumenta si el receptor tiene el VIH. Inyectarse drogas con material compartido sin esterilizar, tatuarse o hacerse piercings con tinta o agujas no esterilizadas o mantener ciertas prácticas sexuales sin protección figuran entre los factores de riesgo mejor conocidos (véase “Transmisión del VHC: cómo se adquiere y se transmite”, en Coinfección por VIH y hepatitis virales).

Sin embargo, se sabe menos acerca de cuánto tiempo el virus puede permanecer viable e infeccioso en superficies que hayan estado en contacto con sangre u otros fluidos corporales que contienen el VHC. Los resultados de un estudio publicado en la edición de 23 de noviembre de 2013 de la revista Journal of Infectious Diseases arrojan ahora algo más de luz sobre esta cuestión.

Un grupo de investigadores de la Facultad de Medicina de Yale (Connecticut, EE UU) quiso determinar la duración de la infectividad del VHC en los fómites, es decir, los objetos carentes de vida que son capaces de transportar organismos infecciosos tales como bacterias, virus, hongos o parásitos de un individuo a otro.

Con el fin de recrear una situación que puede darse en la vida real, los investigadores determinaron primero el volumen de gotas vertidas de forma accidental durante la transferencia de suero o plasma (una media de 29mcL [rango 20-33mcL]), tal como puede ocurrir durante determinados procedimientos sanitarios como la colocación de una vía intravenosa.

A continuación, añadieron un virus manipulado genéticamente de VHC de genotipo 2a a las muestras del volumen de gotas, colocadas sobre 24 placas de ensayo y que se secaron sin cubrir a diferentes temperaturas: 4º C (temperatura de un frigorífico), 22º C (temperatura ambiente) y 37º C (temperatura corporal) durante un total de seis semanas.

Los resultados muestran que, a temperaturas de almacenamiento de 4º y 22º C, se halló VHC viable transcurridas seis semanas incluso en las muestras con menor volumen de sangre. A 37º C, se halló VHC infectivo solo hasta los siete días. La infectividad del virus hepático disminuyó con rapidez durante las dos primeras semanas de almacenamiento, seguidas de un descenso más lento.

La lejía (diluida al 1:10) se mostró como el antiséptico más efectivo probado eliminando el VHC infeccioso en el 100% de las muestras de sangre con un minuto de exposición, seguido de un desinfectante médico con el nombre comercial de CaviCide (diluido al 1:10; eliminación del VHC en el 94% de las muestras) y del etanol 70% (eliminación del VHC en el 87% de las muestras).

Los investigadores señalan que sus resultados demuestran empíricamente la hipótesis de la transmisión del VHC a través de fórmites. 

“Este hallazgo apoya nuestra hipótesis de que el aumento de la incidencia de infecciones por VHC nosocomiales [las adquiridas en el medio hospitalario] puede ser debido al contacto accidental con fórmites contaminados por el VHC y otros instrumentales utilizados en los centros hospitalarios, incluso después de periodos prolongados tras su deposición”, indican los autores de este estudio. “Por otra parte, los antisépticos disponibles en el mercado reducen la infectividad del VHC [manipulado genéticamente] en superficies solo cuando se usa a las concentraciones recomendadas, pero no cuando se diluye aún más”.

Los autores consideran relevante, desde el punto de vista de la seguridad hospitalaria, el hecho de que todas las muestras de sangre contaminadas se secaron a temperatura ambiente en cuatro horas, lo que las hace pasar desapercibidas y, por consiguiente, hace que aumente la probabilidad de que provoquen, de forma accidental, exposiciones al VHC. “La infectividad prolongada de estos virus (VHC y VIH) se ha atribuido, en parte, a su envoltura lipídica que resiste el secado y protege la cápside viral de los efectos nocivos de la deshidratación”, apuntan los investigadores.

Este mismo grupo de investigación ya había hallado con anterioridad que el VHC puede sobrevivir en las jeringuillas durante dos meses en determinadas condiciones. Los presentes hallazgos pueden ayudar a explicar cómo otros equipos de inyección que entran en contacto con la sangre también pueden transmitir la infección. Si bien los investigadores no discuten otros modos de transmisión, la exposición a virus en sangre seca sobre superficies de objetos (como los juguetes sexuales) también podría contribuir a la transmisión sexual del VHC.

Fuente: Hivandhepatitis.com / Elaboración propia.
Referencia: Paintsil E, Binka M, Patel A, et al. Hepatitis C Virus Maintains Infectivity for Weeks after Drying on Inanimate Surfaces at Room Temperature: Implications for Risks of Transmission. Journal of Infectious Diseases. November 23, 2013.

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